Estas cortinas no fueron hechas en el taller de La Ribera, sino que son piezas importadas, producidas en fábrica con materiales derivados del bambú. Las seleccioné personalmente para evaluar texturas y acabados, y ahora las ofrezco como una alternativa más accesible para quienes buscan sumar una cortina de cuentas a su espacio sin invertir en una pieza artesanal.
Si bien no tienen el nivel de trabajo ni la nobleza de los materiales de las cortinas hechas a mano, son livianas, decorativas y cumplen muy bien su función.
Desde el Feng Shui, estas cortinas también colaboran con la circulación del chi, delimitando espacios sin bloquear la energía. Aportan movimiento, ligereza visual y pueden usarse para suavizar transiciones entre ambientes, dar privacidad o sumar textura a una abertura. Son una buena opción para quienes quieren explorar el uso de cortinas colgantes con un diseño simple y armónico.
💡TIPS PARA ELEGIR UNA CORTINA DE CUENTAS